fbpx

Comportamiento de Laderas en la Cuenca de la Quebrada el Perro de la Ciudad de Manizales

Síntesis del análisis realizado por el Ingeniero Geotecnista Walter Estrada Trujillo en Mayo de 2018

La Cuenca de la Quebrada El Perro se localiza en el costado oriental del área urbana de la ciudad de Manizales, posee un área aproximada de 229 hectáreas  y en ella se recogen las aguas de subcuencas adyacentes como: El Embrujo, Las Brisas, la Palmera, el Mico, Viaducto y Cerro de Oro, entre otras, que posteriormente se entregan al río Chinchiná.

Esta cuenca ha sido objeto de múltiples estudios desde hace más de diez años (Varios promovidos por CORPOCALDAS), dada la problemática que históricamente se ha presentado en materia de estabilidad de laderas, con los riesgos que ello representa y algunos de éstos han adelantado “análisis multitemporales” mediante la comparación de fotografías aéreas de distintas épocas, en los que ha sido posible evidenciar que, los procesos de erosión y socavamiento de la cuenca de esta quebrada son muy antiguos e incluso evidentes en la primera mitad del Siglo XX, tal como se puede apreciar en las siguientes tomas aéreas:

En este contexto, es claro que el fenómeno de movimientos en masa que ha conducido a la aparición de la cárcava presente en el Sector de Cerro de Oro no es reciente. En la Década del cuarenta, ya se presentaba una socavación incipiente que continuó en aumento y prueba de ello es que, en las imágenes tomadas para la zona en la década de 1960, se evidencia una ampliación de la cárcava hacia los costados de la quebrada, que nueve años más tarde se fue incrementando corriente arriba, aproximándose a la vía que conduce al sector de El Zancudo. Este socavamiento se mantuvo inactivo por varios años y en la década del 90 y del 2000 se presentó una reactivación de éste hacia la margen derecha de la quebrada, tal como se puede apreciar en fotografías aéreas tomadas en el 2003.

Esta dinámica de movimiento en masa que se presenta de forma natural en la zona, se vió incrementada en el año 2010 – 2011 con ocasión del fenómeno de la Niña que afectó a Manizales y al país en general, provocando erosiones en algunas de las subcuencas que confluyen en la Quebrada El Perro, situación que ocasionó la desestabilización de la ladera en ambos costados de la cuenca y el consiguiente flujo de lodo que obstruyó la Avenida Alberto Mendoza a la altura de Expoferias. Adicionalmente, es importante recordar que durante el fenómeno de la Niña se presentaron fenómenos similares a los de la Quebrada el Perro, en sectores como: Cerros de la Alhambra, Quebrada Manizales, Cámbulos; vía Manizales-Bogotá, Quebrada Minitas, Barrio Lusitania, etc.

Estos antecedentes geomorfológicos de la cuenca de la Quebrada El Perro permiten concluir que la dinámica edificadora  no es la causa directa de los procesos erosivos de la cuenca ni de las subcuencas. Sobre este punto es importante destacar que los desarrollos inmobiliarios más próximos, sobre la ladera inferior, a las áreas donde se presenta el socavamiento, fueron construidos entre 2003 y 2005 y se encuentran a 1.2 Km de distancia del escarpe del Cerro de Oro, por fuera del área de influencia de éste y durante la construcción de esas edificaciones NO fue intervenido ningún cauce.

Estas evidencias permiten concluir que, los problemas de erosión e inestabilidad que se han presentado en la cuenca de la Quebrada El Perro, al igual que las situaciones similares que se han vivido en otras áreas de la ciudad, son fenómenos muy antiguos que se ven reactivados como consecuencia de las fuertes lluvias, acrecentadas por el calentamiento global y por las características de los suelos (Cenizas volcánicas), y no son producto  de los desarrollos inmobiliarios que se han adelantado en las últimas dos décadas en la zona.

Por otra parte, cabe destacar que estos eventos erosivos y de movimientos en masa que son recurrentes en la ciudad, son los que se busca mitigar con las obras de estabilización que son tan comunes en Manizales. Para el sector del Cerro de Oro, desde el año 2011, CORPOCALDAS y la Alcaldía vienen trabajando en el diseño y construcción de las obras de contención y mitigación que permitan el manejo integral del fenómeno, no obstante a la fecha solo se ha ejecutado una parte de éstas, que si bien han logrado mitigar de alguna manera el proceso erosivo, las situaciones acaecidas recientemente ponen en evidencia que es necesario retomar dichas actuaciones y concluirlas para alcanzar los niveles de seguridad esperados.

Finalmente, es de destacar que con la entrada en vigencia del Acuerdo 0958 del 2 de agosto de 2017 (Plan de Ordenamiento Territorial de Manizales), los requisitos para construir en la ciudad son mucho más exigentes y se condicionaron al desarrollo de estudios detallados de amenaza, vulnerabilidad y riesgo, donde el mismo Plan de Ordenamiento identificó la existencia de amenaza media y/o alta, y/o riesgo alto, y una vez elaborados los estudios, debe realizar las obras que sean necesarias para garantizar la mitigación de la amenaza o riesgo presente.

Compartir:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Continua Leyendo

Escríbenos a nuestro Whatsapp